FUNDAMENTACION DE LAS PRACTICAS DOCENTES EN INGLÉS COMO LENGUA EXTRANJERA

 Enseñanza del Inglés como Lengua Extranjera en la Actualidad: Metodologías, Pedagogías y Enfoques Integradores

La enseñanza del inglés como lengua extranjera (EFL, por sus siglas en inglés) ha evolucionado significativamente en las últimas décadas, trascendiendo los enfoques tradicionales para adoptar metodologías de vanguardia y corrientes pedagógicas que responden a las complejidades del aprendizaje en el siglo XXI. Este informe explora las tendencias actuales en EFL, destacando el uso de enfoques integrados y la aplicación de marcos teóricos clave.

Metodologías de Vanguardia en la Enseñanza del EFL

La enseñanza del inglés hoy en día se caracteriza por su naturaleza comunicativa y contextualizada, alejándose de la mera memorización de reglas gramaticales y vocabulario. Una de las metodologías más prominentes es el Aprendizaje Integrado de Contenidos y Lenguas Extranjeras (CLIL). CLIL, como explica Marsh (2002), "se refiere a situaciones en las que asignaturas, o partes de asignaturas, se enseñan a través de una lengua extranjera con un doble objetivo, es decir, el aprendizaje tanto de contenidos como de una lengua." Este enfoque no solo mejora la competencia lingüística, sino que también profundiza la comprensión de diversas materias curriculares, ofreciendo un contexto auténtico para el uso del idioma. La implementación de CLIL requiere una planificación cuidadosa y la colaboración entre especialistas en idiomas y profesores de contenido.

Otras metodologías de vanguardia incluyen el Aprendizaje Basado en Proyectos (PBL), donde los estudiantes adquieren conocimientos y habilidades trabajando en proyectos complejos y desafiantes, y el Aprendizaje Basado en Tareas (TBL), que se centra en el uso del lenguaje para completar tareas significativas, reflejando el uso real del idioma. Ambos enfoques promueven la autonomía del estudiante, la colaboración y el pensamiento crítico.

Pedagogías Humanistas y Críticas en el EFL

La pedagogía humanista se centra en el desarrollo integral del estudiante, reconociendo sus emociones, intereses y necesidades individuales. En el contexto del EFL, esto se traduce en la creación de un ambiente de aprendizaje positivo, seguro y motivador, donde los errores son vistos como oportunidades de aprendizaje y se fomenta la autoexpresión. La atención a la afectividad del estudiante es crucial para reducir la ansiedad lingüística y promover una actitud positiva hacia el aprendizaje del idioma.

En contraste y complementariamente, la Pedagogía del Oprimido de Paulo Freire (1970) y su concepto de la pedagogía de la esperanza ofrecen un marco crítico para la enseñanza del EFL. Freire argumenta que la educación debe ser un acto de liberación y concientización, donde los estudiantes no son meros receptores de información, sino participantes activos en la construcción de su propio conocimiento y en la transformación de su realidad. En el EFL, esto implica abordar temas socialmente relevantes, fomentar el diálogo crítico y empoderar a los estudiantes para que utilicen el inglés como una herramienta para expresar sus propias voces y desafiar las injusticias. Esta perspectiva se alinea con la idea de desarrollar la resiliencia escolar, equipando a los estudiantes con las herramientas emocionales y cognitivas para superar desafíos y adaptarse a nuevas situaciones de aprendizaje.

Aprendizajes Diferenciados y Taxonomías Cognitivas

Reconocer que los alumnos tienen aprendizajes diferenciados es fundamental para una enseñanza efectiva del EFL. Esto implica adaptar las estrategias de enseñanza, los materiales y las evaluaciones para satisfacer las diversas necesidades, estilos de aprendizaje y ritmos de cada estudiante. Esto puede incluir el uso de materiales auténticos variados, actividades multinivel y la provisión de andamiaje para aquellos que lo necesitan.

Las teorías de Bloom, Marzano y Kendall proporcionan marcos taxonómicos valiosos para planificar el aprendizaje y la evaluación. La Taxonomía de Bloom, en su versión revisada por Anderson y Krathwohl (2001), clasifica los objetivos de aprendizaje en niveles cognitivos que van desde el recuerdo hasta la creación. Esta taxonomía ayuda a los educadores de EFL a diseñar actividades que promueven un pensamiento de orden superior, más allá de la mera memorización de vocabulario y gramática.

Por su parte, la Nueva Taxonomía de Marzano y Kendall (2007) ofrece un marco más detallado que integra diferentes dominios del conocimiento y procesos mentales. Esta taxonomía es particularmente útil para el EFL al permitir a los docentes estructurar objetivos de aprendizaje que abarcan habilidades lingüísticas, vocabulario, y procesos metacognitivos, asegurando un enfoque holístico en el desarrollo del lenguaje. La aplicación de estas taxonomías facilita la creación de técnicas de enseñanza-aprendizaje que estimulan el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la creatividad en el uso del idioma.

Metacognición y Currículum Situado

El desarrollo de la metacognición, es decir, la capacidad de los estudiantes para reflexionar sobre su propio proceso de aprendizaje, es crucial en el EFL. Fomentar estrategias metacognitivas como la planificación, el monitoreo y la evaluación del propio aprendizaje capacita a los estudiantes para ser aprendices más autónomos y efectivos. Esto se logra a través de la autoevaluación, la reflexión guiada y la enseñanza explícita de estrategias de aprendizaje.

El currículum situado enfatiza la importancia de contextualizar el aprendizaje del inglés en situaciones y problemas del mundo real que sean relevantes para los estudiantes. Esto no solo aumenta la motivación, sino que también facilita la transferencia de conocimientos y habilidades lingüísticas a contextos auténticos. El currículum situado a menudo implica la colaboración con la comunidad, el uso de recursos auténticos y la integración de temas transcurriculares.

Métodos e Instrumentos de Evaluación

La evaluación en EFL ha evolucionado de pruebas sumativas tradicionales a un enfoque más formativo y auténtico. Los métodos e instrumentos de evaluación actuales incluyen:

 * Evaluación formativa: Proporciona retroalimentación continua a los estudiantes y docentes para informar el proceso de enseñanza y aprendizaje.

 * Evaluación auténtica: Utiliza tareas que simulan situaciones de la vida real, como presentaciones orales, proyectos, debates, o la escritura de correos electrónicos.

 * Portafolios: Colecciones de trabajos de los estudiantes que muestran su progreso a lo largo del tiempo.

 * Rúbricas: Herramientas que establecen criterios claros para evaluar el desempeño de los estudiantes en tareas específicas.

 * Autoevaluación y coevaluación: Involucran a los estudiantes en el proceso de evaluación, fomentando la metacognición y la responsabilidad.

Estos métodos buscan no solo medir el conocimiento adquirido, sino también evaluar la capacidad de los estudiantes para aplicar sus habilidades lingüísticas en contextos significativos.

Corrientes Pedagógicas en el EFL

La enseñanza del EFL actual se nutre de diversas corrientes pedagógicas, más allá de las mencionadas. El constructivismo subraya que el aprendizaje es un proceso activo en el que los estudiantes construyen su propio conocimiento a partir de sus experiencias previas. El socioconstructivismo, influenciado por Vygotsky, enfatiza el papel crucial de la interacción social y la cultura en el desarrollo cognitivo y lingüístico. Ambos enfoques promueven el trabajo colaborativo, la interacción entre pares y el aprendizaje basado en la resolución de problemas.

En síntesis, la enseñanza del inglés como lengua extranjera hoy en día es un campo dinámico que integra metodologías innovadoras, principios pedagógicos centrados en el estudiante y marcos teóricos robustos. Al adoptar un enfoque holístico que valora la comunicación, el contexto, la equidad y el desarrollo integral del estudiante, se busca no solo la competencia lingüística, sino también la formación de individuos críticos, resilientes y globalmente conscientes.

Referencias

 * Anderson, L. W., & Krathwohl, D. R. (Eds.). (2001). A taxonomy for learning, teaching, and assessing: A revision of Bloom's taxonomy of educational objectives. Longman.

 * Freire, P. (1970). Pedagogy of the Oppressed. Herder and Herder.

 * Marsh, D. (2002). CLIL/EMILE – The European Dimension: Actions, Trends and Foresight Activities. European Commission, DG EAC.

 * Marzano, R. J., & Kendall, J. S. (2007). The new taxonomy of educational objectives. Corwin Press.


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